Me preparo para ir al gimnasio. Cojo la mochila y meto las chanclas y el champú. Todo dentro de la típica bolsa de supermercado. Meto también la toalla, la ropa limpia, cojo las llaves del coche y...al gimnasio.
Me cambio en los vestuarios como he hecho miles de veces. Subo al primer piso que es donde está ubicado el gimnasio y comienzo quince minutos con la bicicleta estática. Primero en el nivel dos, luego el tres y el cuatro y finalmente el dos otra vez para terminar sin parar de golpe. Es bueno bajar poco a poco la intensidad.
Bajo de la bici y me pongo a hacer unos abdominales en la típica colchoneta de alta densidad. Primero una serie de treinta con los pies apoyados en angulo recto en la espaldera. Luego unos abdominales inferiores y por último otros abdominales superiores.
Voy contando mentalmente, uno, dos, tres, cuatros, cinco, ZASSSSSSSSSSS!!!!, pinchazo tremendo en el lumbar y quedo baldao. ¿Qué coño ha pasado?, ¿Habrán entrado de repente 36 años por la puerta?, ¿Habré calentado mal?, ¿Hará frio?...
Vuelvo para casa bastante jodido y preguntándome que coño ha pasado. La verdad es que ya he tenido lumbalgias y otras muchas cosas (esguinces, tendinitis...), pero es la primera vez que me da un tirón por hacer abdominales, y os aseguro que sé como se deben hacer bien los abdominales.
Desde luego estar más cerca de los cuarenta que de los treinta imagino que no ayudará. Como estoy seguro que tampoco ayudará el haber estado como un año y medio de mi vida sin pisar un gimnasio y dedicándome a la vida "libertina" (vamos, mucha fiesta y viaje y poco deporte).
¿Que le vamos a hacer?. Lo positivo del tema es que me he dado cuenta a tiempo y voy a volver a ponerme en forma!!!. Quizás no como he estado en mis mejores momentos (de eso hace ya diez años), pero sí pienso ponerme en una forma bastante aceptable y poder correr codo a codo con Oscar la carrera de Aoiz del proximo año.
¡¡Va por mi!!
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