Este fin de semana y en compañía de buenos amigos realizamos un año más la marcha de Gijón a Covadonga.
Esta ruta, aún no demasiado masificada, como es el caso del tradicional Camino de Santiago, transcurre por la provincia de Asturias, con comienzo en Gijón y llegada en el Santuario de Covadonga, en pleno Picos de Europa.
La ruta tiene aproximadamente unos 68,5 km y suele hacerse en tres etapas, con dos noches de pernocta. Los sitios más habituales para dormir son el pueblo de
Sietes y el de Llames de Parres (en el Conceyu de Onis).Este año comenzamos la ruta mi amigo Miguel y yo desde la estatua de Pelayo, situada en la Plaza del Marqués de Gijón, y el objetivo era llegar a la estatua de Pelayo que está en frente de la Basilica de Covadonga.
Salimos de Pelayo alrededor de las 8.30 del viernes 12 de Septiembre. El día era bastante despacible, con lluvia y el cielo encapotado, un día muy típico asturiano, pero eso no nos echó atrás y comenzamos la excursión. La primera parada fue una breve visita a nuestro amigo Chus, y tras un intercambio de saludos y breve conversación seguimos ruta. Tras varias paradas y conversaciones telefónicas, de obligado cumplimiento para mi buen amigo y colega Miguel, llegamos a la fuente de Deva. Allí se nos unió Paula (novia de Miguel) y seguimos ruta. Eran las 13.30 de la tarde aproximadamente. Todo el día caminando y llegamos muy justos (ya era noche cerrada, sobre las 21.30h) a nuestro primer lugar de pernocta, el pueblo de Sietes. Allí nos encontramos con antiguos integrantes del grupo cultural "El garrapiellu", que también estaban haciendo la marcha. Cenamos, ducha y a la cama.
Al día siguiente comenzamos a andar a las 11 de la mañana. Parada para tomar un bocata en Miyares, donde nos encontramos con Manolín, otro colega y antiguo compañero de piso de Chus. Seguimos ruta y poco a poco y con la visión magnífica de la Sierra del Sueve fuimos llegando a nuestro segundo lugar de pernocta, Llames de Parres. Esa tarde se nos unió Chus que durmió allí y al día siguiente realizó con nosotros la tercera y última etapa. Nos fuimos a la cama con la triste noticia de la derrota del Sporting por tres goles a cuatro frente al Sevilla.
Al día siguiente, última etapa, salimos de Llames sobre las 9.30. Esta última etapa siempre engaña bastante, a priori no es nada exigente, pero el exceso de asfalto, el sol, y las últimas rectas antes de llegar al objetivo llega a desesperar. Llegamos a Covadonga sobre las cuatro de la tarde. Fotos y visitas de rigor a la Santina, Pelayo y la Basílica de Covadonga.
Final de ruta y objetivo cumplido. De Pelayo a Pelayo (casi 80km en total).
Un fin de semana diferente y bonito. Reencuentro con los amigos, con Asturias, con la naturaleza.....y al final vuelta a la rutina diaria de cada uno. Chus y yo nos permitimos una breve visita al pueblo marinero de Ribadesella.
