No quiero que a nadie confunda este título. Rourke no es, ni ha sido, ni será el mejor actor del mundo, sin embargo cumple más o menos con sus papeles.
Comenzó su “boom” en el estrellato de Hollywood con la película “Nueve semanas y media”, junto a Kim Basinger. Con esta película los dos actores entraron ya de lleno a formar parte del “star-system” americano. Rourke intentó continuar con éxitos parecidos a “Nueve semanas y media” como la no tan famosa “Orquidea salvaje”. En los primeros 90 cambió su oficio de actor por el de boxeador, aunque no tuvo demasiada suerte. Decir además, que muchos críticos de boxeo comentaron en la época que todos sus combates estaban amañados.
Posteriormente podríamos decir que desapareció de la faz de la tierra, algún video musical y alguna película de serie B, pero ya ningún bombazo….hasta el 2008 cuando le llegó “The wrestler”, película que ha supuesto su resurgimiento.
Pero de lo que quería hablaros, en relación a Rourke, es de sus fantásticos papeles de perdedor.
Un buen actor es aquel que puede hacer todo tipo de papeles (y hacerlos bien, claro está), y luego hay actores que están irremediablemente encasillados en un determinado tipo de papeles. Algunos actores encasillados puedes hacer sus papeles bien, otros muy bien, y otros lo pueden bordar.
Imagino que la historia personal de cada persona, su vida y sus experiencias es determinante para preparar un determinado tipo de papel. Aquí, no me cabe duda, me tengo (nos tenemos) que quitar el sombrero ante Mickye Rourke, y es que este actor “borda” los papeles del típico “perdedor”. No he visto demasiadas películas suyas, pero los papeles que le sientan como un guante son los que hace en “Homeboy”, “The Barfly” o esta última película “El luchador”. Son películas de personajes tristes, oscuros, con un destino del cual no pueden escapar. Los personajes de este tipo de películas se arrastran por la vida esperando dignamente, con la cabeza bien alta, su día final. Saben que este día llegará y tampoco intentan esquivarlo sino que incluso van hacia el a una velocidad vertiginosa porque no le tienen miedo. Su vida esta hecha para llegar a ese final y van a por él con valentía.
Rourke vuelve a “bordar” su último papel en "El luchador". Buena película. No es una obra maestra pero es muy digna y el resultado final de dirección, actores (excepcional como siempre Marisa Tomei), fotografía, montaje, etc, creo que ha quedado muy muy bien.
A mi además, personalmente, es un tipo de películas que me gusta. ¡Que se le va a hacer!.
Nota Final: Por cierto, ¿cuánta mierda se habrá metido este hombre y cuánto habrá tenido que entrenar para ganar tanta masa muscular?. Increible!!
Os dejo el trailer de la película por si quereis verlo desde aquí.
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