0,0001

Hace unos días estaba viendo un documental en la dos de TVE cuando, de repente, dieron esta cifra. El documental versaba sobre las relaciones de pareja, el amor, el sexo, en fin, todo eso tan sencillo y a la vez tan inalcanzable, al menos para algunos.
Pues bien, mediante fórmulas matemáticas un científico demostraba al narrador de la historia que, introduciendo únicamente tres factores fundamentales (tener las mismas aficiones, el mismo nivel cultural y la misma manera de entender el sexo), las posibilidades de dar con tu pareja ideal eran de 0,0001.

No sé si ese 0,0001 era por ciento o por mil, lo que está claro es que se trata de una cifra bien baja. El citado matemático decía por tanto que las posibilidades de encontrar a la pareja ideal eran las mismas que las de que te tocara el gordo de la lotería o acertar los seis números de una primitiva. Es decir, ínfimas, por no decir casi nulas.

Visto lo visto y, en mi caso, que soy hombre creo que es el momento de dejar de buscar a “la mujer de mi vida” y “conformarse”, que no es poco, con “una mujer que sea mi vida”.
Esta claro que encontrar la pareja ideal es una tarea ardua y penosa, llena de alegrías y de tristezas y que generalmente no resolveremos a lo largo de una vida. No obstante está en la naturaleza del ser humano (quizás no en la de todos) emparejarse e intentar llevar una vida en común, un proyecto en común, con la pareja perfecta, aunque en la mayoría de las ocasiones esa pareja no sea la perfecta.

En la sociedad actual están a la orden del día las separaciones y los divorcios. ¿Acaso se le puede reprochar algo a esas parejas rotas?. Recordad: 0,0001.
Es lógico que la gente intente encontrar a su media naranja y, dado las posibilidades que hay de encontrarla, es totalmente normal que se erre más que se acierte. Así que la gente (unos más que otros) lo intenta y lo intenta y lo sigue intentando.
No obstante y dadas las escasas posibilidades de tener éxito, cada vez es mayor también el número de personas que “se dan por vencidos” y disfrutan de su soledad como mejor pueden. No se lo reprocho la verdad. Es duro intentarlo e intentarlo y, tras muchos fracasos y desilusiones, en los que has invertido mucho tiempo, dinero y sobre todo ilusión, te das cuenta que esa persona ideal para ti, tu pareja, tu compañero/a, sólo existe en tu imaginación o en algún remoto lugar del mundo al que probablemente no vayas en tu vida.

Es duro pensarlo, pero la vida no es justa y la verdad suele ser dura y cruel. Creo que la pareja perfecta para cada persona existe (no nos olvidemos de ese 0,0001), ahora bien, ¿dónde está?. Quizás mi “media naranja” se encuentre ahora mismo viendo la televisión en un piso de algún bloque en frente de mi casa. O esté plantando algún tubérculo extraño en algún poblado del Kurdistan. Puede ser que sea una Hermana Dominica que está ahora mismo dando clases a niños filipinos. O quizás sea una cajera de supermercado en un barrio de Perth, en Australia Occidental. Y estos son sólo unos pequeños ejemplos que se me ocurren.

Resumiendo, vive, disfruta, busca, compara y…la elección final es siempre tuya.